-¿Sí?
-¿Vas..no sé, a pedirme que salgamos juntos o algo así?¿O es solo algo sin más importancia?
-Dime tú qué es lo que quieres.-Le quitó el cuenco de las manos y la atrajo hacia sí, hasta quedar cadera contra cadera-. ¿Salir a cenar? ¿Al cine? ¿Un fin de semana en la playa?
-¿Un fin de semana? ¿No vas un poquito rápido?
Le puso las manos en el pecho para mantener una pequeña distancia entre ambos.
-No tan rápido como desearía.-Se inclinó hasta que su boca quedó casi tocando la de ella-.Pero me contengo.
Ella ni siquiera lo pensó: le mordió el labio inferior.
Y de nuevo estaban besándose, lenta y delicadamente, y de algún modo resultó más excitante que la primera vez.
Las manos de ella encontraron los bordes de la camisa de él, se deslizaron por debajo hasta su piel y los aros que decoraban su torso.
''Ésta es la linea que no se puede cruzar'', pensó, y casi se echó a reír.
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