domingo, 22 de mayo de 2011

Después de tanto, es incomprensible.

Su querida pareja le lavó el cerebro y le sobrecargó de palabras vacías. Necesitaba a alguien, le quería, me explicó. Yo soy la razón que se interponía entre los dos, yo soy la causa de todo lo asqueroso y peligroso de su vida.
Incorrecto, incorrecto, incorrecto.
Gracias a mi, se esforzó en sus estudios. Yo fuí la razón por la que miró hacia delante cuando su novio la dejó. La escuché durante horas cuando sus padres no paraban de pelear, y en el aire estaba el divorcio. Comprendía el por qué de sus terremotos, o de la mayoría de ellos. Sabía perfectamente el sufrimiento que suponía ser la hija de personas que no pueden verte, aunque estés delante de ellos dando pisotones en el suelo.
Pero bueno, la patada me la llevé yo. Nunca aprendo, en fin.. La gente dice que soy demasiado buena, que mire por mi misma, que sea feliz.. pero lo que nadie parece saber, es que para ser feliz, necesito hacer feliz a los demás. Lo ven una locura, o una mentira, o que quizá exagero. Pero no, esta soy yo, y será una gilipollez, pero no puedo dejar de hacerlo, si no, me mataría a mi misma.


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