martes, 21 de agosto de 2012

A la espera.

No se como no estás cansado de dar vueltas en mi mente a todas horas.
De andar trechos y trechos de memoria, y yo sin darme cuenta de que más que en mi cabeza sigues en mi corazón.
Siempre fui despistada, pero nunca tanto como ahora.
Y quiero que me recuerdes lo que es estar contigo.
No tengas miedo, puede que esto nos salve.

Ahora pienso que todo lo que hago ultimamente es por ti.
Que si hago fotos son para alegrarte la vista,
si escribo es para que te emociones y para decirte todo lo que no me atrevo.
Y si sonrío es para que sonrías conmigo.
Y nunca me he sentido tan libre de expresarme.
Creo que tengo que darte las gracias por hacer que me sienta viva,
por devolverme las ganas de seguir adelante y olvidar las lágrimas.
Debería agradecerte que te pusieras en mi camino, que me hagas creer en mi.

Darte las gracias por todo lo que eres, que es por lo que te quiero.
Quizás sería quedarme corta, por eso siempre preferí guardar palabras de más y demostrar todo lo que callo y escondo dentro de mis bolsillos.
Ojalá siga contando con tus sonrisas, tus abrazos, tus palabras, tus besos...
Y de todo lo que eres, al ser tan grande, gigante, pero tan pequeño, muchos años más.
No quiero que te pierdas en mi camino.
Coge mi mano.
Hoy más que nunca.

Que me das la vida.
Que me das la magia.
Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario