domingo, 13 de noviembre de 2011

Como cambian las cosas.

Un día estás rozando la cima, y al día siguiente sientes como te desvaneces entre las cenizas, como te hundes. Porque es así y si no aprovechas cada oportunidad como si fuera única llegará el día en que no tengas más. La vida es como es y no puedes cambiarla.
Estamos diseñados para fallar, para caer y levantarnos de nuevo; para experimentar, sufrir y volver a empezar...
Pero sobre todo estamos preparados para seguir intentándolo SIEMPRE, para no rendirnos, para aguantar. Está solo en nuestras manos el tomar decisiones. El dar o no el paso que te lleve a la vida o a la muerte; el luchar o no por la persona de tus sueños; el apostar o no por un amigo, el confiar...El ser o no sincero; el creer; el aceptar cada derrota o el seguir día a día superando las complicaciones.
Es un día dentro de un año, una hora dentro de un día, un minuto dentro de una hora y un segundo dentro de un minuto. Ése, ese es el momento de las decisiones, de un sí o un no. 
Ése es el momento en el que se ve la valentía de las personas, y el coraje que ponen en conseguir lo que quieren.

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