Debéis ignorar a esos pobres diablos o compadecerlos porque son esclavos de sus prejuicios, fanatismos, ciegos odios y estúpidos miedos; y cuando llegue el caso debéis uniros el uno al otro estrechamente desafiando a esos mentecatos. Cualquiera podría poner un montón de objeciones acerca de vosotros... pero la réplica es tan sencilla que no se atreverán a ponerlas.
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