lunes, 27 de febrero de 2012

Aullidos...

''¡Juro que lo hice sin querer!'' - Gritó Kaperucita.


''Sé que no me creeréis, pero yo jamás quise hacerle daño... Todo fue un error... Ni él ni yo sabíamos lo que hacíamos, ambos somos inocentes...


¡Sólo estábamos jugando...!


No sé como he llegado a rajarlo de esa manera... Pero yo no quería hacerle el mínimo daño...


Todo ha sido un error, un estúpido error...


Pero supongo que podré volver a coserle el estómago... Aunque no sé si me perdonará...''


Realmente fue algo así. No sabíamos qué pasaba, pero estábamos tan desquiciados que no tuvimos miedo de hacernos daño... Ay...


Espero que me perdones algún día (realmente), aunque sé que no lo olvidarás... eres como yo. Lo siento, sé perfectamente que a veces quien acecha y aúlla es Kaperucita... ¡qué maldita zorra!


Siempre escondida detrás de ese estúpido gorro... a ver cuando se propone crecer.

Pequeño Lobo... Kaperucita creció gracias a tus zarpazos defensivos y ahora ya está dispuesta a coserte el estómago... y a oír tus aullidos... y a cogerte las zarpas...


Kaperucita te quiere.


[Kaperucita aúlla cuando está sin ti]

-Ella sonríe...
-¿Crees que es feliz?

No hay comentarios:

Publicar un comentario