martes, 27 de marzo de 2012

Esto deberías haber pensado

Es lo que tiene el azar.
Nunca sabemos
Dónde
Cuándo
Cómo
Acabará nuestro juego.


Pero es lo único que nos queda.
Si no arriesgamos a que todo pueda ser diferente,
las preguntas que nos haremos serán mucho más dolorosas...
Y todas empiezan por eso que tan de los nervios nos pone:
''¿Y si...?''


¿Y si se lo hubiera dicho?
¿Y si él/ella también me quisiera?
¿Y si le hubiera pedido disculpas?


Y si...
Si no arriesgamos, corremos el riesgo de que toda nuestra vida sea un ''¿Y si...?''
Y supongo que nadie quiere que su vida se convierta en un mar de preguntas...
Arriesguémonos.
Es lo que nos queda.
Avanzar.
Y para avanzar, tenemos que despejar dudas, como en una ecuación matemática.


Por eso, me arriesgaré a mirarte a los ojos y a preguntarte, a confesarte, o a decirte lo que se me pase por la cabeza en el momento que crea conveniente.
Me arriesgaré a jugar, a lanzar los dados mientras aprieto los puños esperando que salga el número que tengo pensado...
[Al igual que confesarme, cerrar los ojos con fuerza y esperar un ''sí'' sin ningún  ''pero...'' ]


Si las cosas no salen... Si el azar me traiciona...
Caeré al suelo, me dolerá, lloraré...
Le gritaré al azar que jamás me volveré a arriesgar en nada más...
Pero, pasado un tiempo, volveré a levantarme para volver a lanzar los dados...
Una vez más...

[Porque somos como un cubo de rubik... difíciles, pero no imposibles]

No hay comentarios:

Publicar un comentario