Cuando uno les habla de un nuevo amigo nunca preguntan las cosas esenciales.
Nunca dicen:
''¿Cuál es el tono de su voz?''
''¿Qué juegos prefiere?''
''¿Colecciona mariposas?''
En cambio preguntan:
''¿Qué edad tiene?''
''¿Cuántos hermanos tiene?''
''¿Cuánto pesa?''
¿Cuánto ganan sus padres?''
Sólo entonces creen conocerlo.
Si uno le dice a las personas mayores:
''Vi una hermosa casa de ladrillos rojos con geranios en las ventanas y palomas en el techo...''
No acertarán a imaginársela.
Hay que decirles:
''Vi una casa de trescientos mil euros''.
Entonces exclamarán:
''¡Qué hermosa es...!''
Las personas mayores no entienden nada, siempre necesitan explicaciones...
A mi me gustan las cosas pequeñas.
Y amo a todo aquel ser capaz de fijarse en el más mínimo detalle.
¿Por qué nunca se para nadie en admirar lo más pequeño del universo?
Normalmente, es lo que más vale, aunque no se vea...
Supongo que a pesar de todo esto, hay una gran gama de colores [personas] entre los niños y los adultos... ¿verdad?
Así que, ¿qué mejor? Sigamos siendo niños, al menos de mente, unos años más...
[Me pregunto si las estrellas se iluminarán con el fin de que, algún día, cada uno pueda encontrar la suya...]
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